Muchos pacientes acuden a nuestra consulta por diferentes patologías relacionadas con la glándula tiroides, y es que estas tienen una gran incidencia entre la población.
Uno de los componentes del equipo médico del ICiC, el Dr. Jordi Tornero, es Cirujano de Cabeza y Cuello especialista en el cáncer de esta zona, en la patología de quistes y ganglios cervicales, y en las patologías que afectan a las glándulas salivales y a la glándula tiroides. En este artículo nos va a dar las claves de todo lo que necesitamos saber sobre las enfermedades que afectan a la tiroides, haciendo especial hincapié en los tratamientos quirúrgicos que algunas de estas requieren.
¿Qué es la glándula tiroides?
La glándula tiroides produce las hormonas que se encargan de regular la temperatura corporal y el consumo de energía de nuestro organismo, como bien te explicamos en la sección "cirugía de las glándulas salivales y tiroides" de nuestra web.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes de la glándula tiroides?
La aparición de nódulos en la tiroides, conocidos médicamente como nódulos tiroideos, son el tipo de afectación más frecuente de esta glándula. Estos nódulos son, simplemente, crecimientos anormales de células que terminan por provocar un tumor en la tiroides. Estos nódulos se clasifican en benignos o malignos, dependiendo de si las células que conforman el tumor son de naturaleza cancerosa o no. Para determinar ante qué tipo de nódulo nos encontramos, a partir de un tamaño determinado y según las características ecográficas que tenga, hay que realizar una punción o biopsia con una aguja fina (PAAF). Por suerte los nódulos malignos suponen una minoría de los casos diagnosticados y tratados.
Los nódulos tiroides se clasifican en:
- Nódulos tiroideos quísticos: acostumbran a ser benignos y no precisan cirugía, a no ser que presenten un crecimiento progresivo o produzcan por su tamaño un impacto estético por el que el paciente solicita tratamiento.
- Nódulos tiroideos tóxicos o autónomos: la posibilidad de ser malignos es inferior al 1%. Solo aquellos que son funcionantes (autónomos) se recomienda cirugía.
- Nódulos tiroideos sólidos: aquellos que presentan elevado riesgo de malignidad (según factores clínicos y exploración) son tributarios de cirugía. Si tienen bajo riesgo de malignidad, se realiza estudio diagnóstico con citología a través de una punción con aguja fina (PAAF). Según los resultados (sistema Bethesda IV, V, VI), se indicará cirugía.
Además de los nódulos, la tiroiditis, una patología de carácter inflamatorio, es otra de las enfermedades que con más frecuencia se produce en la glándula tiroides.
Por último, también habría que mencionar el bocio multinodular, que es el crecimiendo del tejido tiroideo de forma difusa que con el tiempo tiende a agrandarse ocasionando múltiples nódulos y provocando un aumento de tamaño del cuello. La mayoría no producen alteración de la función tiroidea, aunque con el tiempo pueden conllevar un hipertiroidismo. Los más grandes pueden comprimir estructuras vecinas como la tráquea, el esófago, o venas. Se indica cirugía en aquellos bocios que, por su tamaño o evolución, originan desplazamiento o compresión de estructuras vecinas, como puede ser la laringe o el esófago. También serían tributarios de tratamiento quirúrgico aquellos bocios que ocasionan hipertiroidismo.
¿Cuándo se requiere cirugía para tratar las patologías de la glándula tiroides?
De manera resumida la tiroiditis requiere de un tratamiento fundamentalmente médico. Sin embargo, en el caso de los nódulos se requiere un tratamiento quirúrgico si se dan los siguientes casos:
- Si se sospecha que los nódulos pueden ser malignos.
- Si el nódulo benigno es de gran tamaño o todo apunta a que pueda seguir creciendo.
- Nódulo funcionante, que produce hormona tiroidea.
- Si existen bocios miltinodulares grandes o si el bocio está causando hipertiroidismo.
Cirugía de tiroides: necesidad de un abordaje multidisciplinar y máxima especialización
La patología de la glándula tiroides, como hemos podido ver hasta el momento, es muy variada y habitualmente requiere de un abordaje multidisciplinar en el que intervienen tanto un especialista endocrinólogo, como el otorrinolaringólogo, que a su vez es cirujano de Cabeza y Cuello.
Para el abordaje quirúrgico del tiroides es esencial que el cirujano tenga un perfecto conocimiento del área anatómica. En el Instituto de Cap i Coll (ICiC) disponemos de gran experiencia en la cirugía del cáncer de Cabeza y Cuello, que incluye laringe, faringe, ganglios cervicales, glándulas salivales (parótida y submaxilar) y glándula tiroides. Esto nos permite poder intervenir no solo patología tiroidea básica, si no también patologías complicadas como bocios de gran tamaño con compresión de estructuras vecinas, y cáncer de tiroides que requieran cirugía ganglionar cervical.
¿En qué consisten las cirugías relacionadas con la glándula tiroides?
El tipo de cirugía depende de la afectación ante la que nos encontremos tras el diagnóstico. Las distintas técnicas quirúrgicas son:
- Hemitiroidectomía: cirugía que consiste en extirpar un lóbulo de la tiroides, procedimiento más comúnmente conocido en la jerga coloquial como “extirpar medio tiroides”.
- Tiroidectomía total: cirugía que consiste en la extirpación de ambos lóbulos, extrayendo la tiroides en su totalidad.
- Tiroidectomía total ampliada: cuando se requiere intervenir sobre estructuras vecinas afectadas.
- Vaciamientos cervicales ganglionares: cirugía que consiste en la extirpación de parte de los ganglios linfáticos del cuello.
Todas estas cirugías se realizan, para mejorar la seguridad del proceso, con gafas quirúrgicas de magnificación y con monitorización intraoperatoria de los nervios laríngeos. Además, debe comprobarse la normal movilidad de las cuerdas vocales antes y después de la cirugía.